Es doloroso ver algunos perfiles de grafólogos en la web. Por momentos falta que algunos de ellos agregue la formula del elixir de la inmortalidad.
Hay una información oculta, que se deja ver entrelíneas, que confunde y no permite que el visitante pueda lograr entender cuál es su competencia laboral.
Muchas veces el título de Grafólogo, Perito Grafólogo, Grafoanalista o como se nos llame, se transforma en un mecanismo de compensación de metas académicas no cumplidas. No pude ser médico, psicólogo, psiquiatra o sacerdote y encuentro en la grafología el medio para compensar patológicamente esas carencias profesionales.
El uso abusivo de los términos psicodiagnóstico, pacientes, terapia, etc., nos llevan a un punto de inflexión que parece no superarse. Y todo se transforma en una crema pastelera imposible de digerir.
No existe el psicodiagnóstico en grafología. No existe el paciente. No existe la terapia. No existe la entrevista diagnóstica. No existe la interpretación clínica. No existe la transferencia ni la contratransferencia.
Actualmente, hay en Argentina, muchos juicios por mala praxis y uso indebido de competencias profesionales. Varios de ellos penales; y varios, a Grafólogos o a supuestos Grafólogos.
Los Institutos de Enseñanza de Grafología deberán reveer sus Programas y sus Planes de Estudios si de verdad buscan posicionar la grafología y a los grafólogos en el mundo laboral y profesional de nuestra sociedad actual. Y, por sobre todas las cosas, no fomentar la visión psicologista sobre la grafológica. Por qué predomina la enseñanza de Técnicas psicológicas y no Grafológicas. Por qué se enseña la Entrevista diagnóstica? Por qué las Especializaciones son netamente de contenido psicológico...? Por qué en definitiva, por una deshonesta competencia comercial, se engaña al alumno con el perfil profesional?
Muchas veces, y esto es fundamental, los Centros de Formación no saben leer los Planes de Estudios. Los profesores no leen los Objetivos y Fines. Y tanto Institución como Docentes no entienden qué es una carga horaria. Si un Plan sostiene dos horas para una Asignatura, Psicopatología por ejemplo, está mostrando la importancia de la misma frente al resto de las materias. Por ende, el docente no puede exigir lo mismo que si tuviese una asignatura con una carga de 6 horas.
Necesitamos una revisión urgente de los Planes de estudios actuales de Argentina.
Queridos amigos, éstos son solamente unos pensamientos en voz alta que me vinieron a la mente luego de recibir el mail de unos alumnos recién recibidos que tuvieron problemas legales por la aplicación del Test de Persona bajo la lluvia en un Centro de Capacitación laboral. Asustados, desilusionados... pensando qué hicieron mal.
Una colmena es algo apasionante. Puede vivir en un tronco de árbol, en una caja de acero e incluso en el cadáver de un león… Las abejas no tiene un jefe, pues la reina no dirige la colonia, sino que asegura su reproducción. Sin embargo, en el reino de la naturaleza quizá no exista una comunidad más eficaz que una colmena. Hay un perfecto acuerdo y una cabal unidad de acción. No hay celos ni luchas internas. Sin embargo, son combatientes intrépidas. Aun el hombre debe cuidarse de no provocarlas. El sistema de repartición de sus tareas es notable.
Cada obrera sabe lo que tiene que hacer y lo hace sin necesidad de que nadie se lo ordene.
Los grafólogos tenemos mucho que aprender de esas fascinantes y pequeñas criaturas, en particular en lo concerniente a nuestro servicio profesional.
No invadir campos que no nos corresponde. Respetar el trabajo del otro. Saber cuál es nuestra tarea. Y fundamentalmente, orgullecernos de lo que somos y no pretender mostar un perfil ajeno a nuestra competencia y formación que nos conduce más al fraude que a la autenticidad.
Afectuosamente,
Hay una información oculta, que se deja ver entrelíneas, que confunde y no permite que el visitante pueda lograr entender cuál es su competencia laboral.
Muchas veces el título de Grafólogo, Perito Grafólogo, Grafoanalista o como se nos llame, se transforma en un mecanismo de compensación de metas académicas no cumplidas. No pude ser médico, psicólogo, psiquiatra o sacerdote y encuentro en la grafología el medio para compensar patológicamente esas carencias profesionales.
El uso abusivo de los términos psicodiagnóstico, pacientes, terapia, etc., nos llevan a un punto de inflexión que parece no superarse. Y todo se transforma en una crema pastelera imposible de digerir.
No existe el psicodiagnóstico en grafología. No existe el paciente. No existe la terapia. No existe la entrevista diagnóstica. No existe la interpretación clínica. No existe la transferencia ni la contratransferencia.
Actualmente, hay en Argentina, muchos juicios por mala praxis y uso indebido de competencias profesionales. Varios de ellos penales; y varios, a Grafólogos o a supuestos Grafólogos.
Los Institutos de Enseñanza de Grafología deberán reveer sus Programas y sus Planes de Estudios si de verdad buscan posicionar la grafología y a los grafólogos en el mundo laboral y profesional de nuestra sociedad actual. Y, por sobre todas las cosas, no fomentar la visión psicologista sobre la grafológica. Por qué predomina la enseñanza de Técnicas psicológicas y no Grafológicas. Por qué se enseña la Entrevista diagnóstica? Por qué las Especializaciones son netamente de contenido psicológico...? Por qué en definitiva, por una deshonesta competencia comercial, se engaña al alumno con el perfil profesional?
Muchas veces, y esto es fundamental, los Centros de Formación no saben leer los Planes de Estudios. Los profesores no leen los Objetivos y Fines. Y tanto Institución como Docentes no entienden qué es una carga horaria. Si un Plan sostiene dos horas para una Asignatura, Psicopatología por ejemplo, está mostrando la importancia de la misma frente al resto de las materias. Por ende, el docente no puede exigir lo mismo que si tuviese una asignatura con una carga de 6 horas.
Necesitamos una revisión urgente de los Planes de estudios actuales de Argentina.
Queridos amigos, éstos son solamente unos pensamientos en voz alta que me vinieron a la mente luego de recibir el mail de unos alumnos recién recibidos que tuvieron problemas legales por la aplicación del Test de Persona bajo la lluvia en un Centro de Capacitación laboral. Asustados, desilusionados... pensando qué hicieron mal.
Una colmena es algo apasionante. Puede vivir en un tronco de árbol, en una caja de acero e incluso en el cadáver de un león… Las abejas no tiene un jefe, pues la reina no dirige la colonia, sino que asegura su reproducción. Sin embargo, en el reino de la naturaleza quizá no exista una comunidad más eficaz que una colmena. Hay un perfecto acuerdo y una cabal unidad de acción. No hay celos ni luchas internas. Sin embargo, son combatientes intrépidas. Aun el hombre debe cuidarse de no provocarlas. El sistema de repartición de sus tareas es notable.
Cada obrera sabe lo que tiene que hacer y lo hace sin necesidad de que nadie se lo ordene.
Los grafólogos tenemos mucho que aprender de esas fascinantes y pequeñas criaturas, en particular en lo concerniente a nuestro servicio profesional.
No invadir campos que no nos corresponde. Respetar el trabajo del otro. Saber cuál es nuestra tarea. Y fundamentalmente, orgullecernos de lo que somos y no pretender mostar un perfil ajeno a nuestra competencia y formación que nos conduce más al fraude que a la autenticidad.
Afectuosamente,
Julio Cavalli *
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