domingo, junio 15, 2014

Psicodiagnóstico por la escritura - Francisco Viñals y Ma. Luz Puente Balsells


El objetivo de esta obra es aportar un nuevo medio de diagnóstico de la personalidad, orientado desde el punto de vista de la psicología posfreudiana y mediante el grafoanálisis como técnica acreditada de la grafología científica.


A partir del diagnóstico de las tipologías clásicas proporcionadas por el grafoanálisis en relación con el temperamento y el carácter, los autores apuntan al estudio de la parte más profunda de la personalidad mediante una de las más avanzadas tipologías psicoanalíticas como es el Análisis Transaccional, que detecta también los elementos de la inteligencia emocional reflejada en la escritura. Con este manual práctico se aprenden así a valorar las características de la grafía con una metodología eminentemente pedagógica para obtener un completo y eficaz retrato de tendencias, predisposiciones y modos comportamentales del individuo. Por su enfoque interdisciplinario, constituye un instrumento de gran utilidad no sólo para la psiquiatría, la psicología, la antropología social y los recursos humanos, sino también para la criminología, la asistencia social y religiosa, la docencia, las relaciones públicas, el arte dramático y demás especialidades del conocimiento humano. De interés para: psicólogos, grafólogos, antropólogos, docentes, asistentes sociales; departamentos de Recursos Humanos de las empresas; agencias de investigación y de selección de personal.


Fuente: http://www.herdereditorial.com/section/2430/

Grafopatología. La salud y enfermedad en la escritura.


Área Grafopatología

¿Cuál  es el punto de partida en un análisis grafológico?
¿Cuáles son los signos en salud y enfermedad en los escritos?


Al evaluar un escrito se impone ante todo poder determinar si éste es apto para ser analizado pura y exclusivamente desde la óptica psicológica, ya que, cuando la persona analizada presenta anomalías en su salud, se observarán alteraciones gráficas que, de no poseer los conocimientos necesarios, pueden confundirnos, haciendo que nuestros resultados sean completamente erróneos, perjudicando enormemente nuestra tarea y sobre todo a nuestro grafoanalizado.
Es preciso aclarar, que  toda afección, tanto orgánica como psicológica, puede estar constituida por una multiplicidad de factores, causales que hacen al desarrollo de cada patología, ya que "no existen enfermedades sino enfermos" y cada caso puede presentar innumerables manifestaciones compuestas por causas endógenas y/ o exógenas, que pueden estar combinadas o no entre sí, dando origen a cada patología, o siendo parte de la misma. Es así, que en toda enfermedad física podemos hallar  un perfil psicológico que muy posiblemente acompañe el desarrollo de la patología, lo cual será un importante soporte de análisis para evaluar las posibles causas del desarrollo de la afección. También, desde la óptica psicológica de la manifestación gráfica, podemos encontrar anomalías de tipo psicopatológicas, y en este sentido mencionar, que muy posiblemente acompañe este estado, un estado de salud alterado (físico- neuroquímico- fisiológico, etc.), causales éstas, que detectadas con conocimiento, nos llevarán a un resultado más certero, no olvidando, aún así, que en lo que hace al análisis de la manifestación gráfica, siempre estaremos hablando de tendencias y también recordar, que un grafólogo tiene incumbencias y limitaciones que no debe transgredir. 
De este modo lograremos dos objetivos: ayuda al analizado y responsabilidad del otro.
Esta responsabilidad incluye también conocer los estatutos de ética y deontología profesional de la grafología, no desconociendo, entre otras cosas, que un grafólogo no puede diagnosticar enfermedades, sí puede detectar anomalías gráficas, signos de alarma, compatibles con estados morbosos de salud, y de este modo hacer una sugerencia de derivación con el profesional indicado. 
Estos conjuntos de signos o señales gráficas se denominan en Grafopatología: Conjunto de signos prodrómicos; que son un conjunto de signos gráficos o síntomas, que se reflejan en los escritos y ponen de manifiesto que la persona posee una determinada enfermedad o que ésta tiene una pronta instauración. 
Para cada tipo de patología, existe un conjunto de signos prodrómicos que le son característicos a ella, precisamente de esto se encarga esta valiosa área de la grafología llamada Grafopatología. El análisis grafopatológico de cada escrito que analicemos, toma un valor importantísimo porque nos aporta datos y nos orienta sobre el tipo de afección que la persona puede tener; constituyéndose la Grafología en una valiosa herramienta de prevención.
Es importante destacar, que cada patología, posee una etiología que debe ser evaluada siempre en un contexto de trabajo interdisciplinario; sin este conocimiento, es casi imposible ser lo más precisos posible en lo detectado, sin duda esto requiere de una formación muy completa y una intención de trabajo que siempre incluya el altruismo en nuestra profesión, desplazando el ego y la competencia, asumiendo nuestras limitaciones profesionales y humanas, fomentando una tarea de construcción y cooperación tanto entre colegas, como con profesionales de otras áreas interdisciplinarias.
Es preciso ser muy claros en esto, principalmente desde la toma de conciencia de cada uno de nosotros, no creernos omnipotentes y tener la suficiente humildad, como para poder asumir y/ o reconocer una limitación o injerencia profesional.
No es pecado consultar a otro, ni nos hace menos profesionales, sino todo lo contrario, nos hace grandes seres humanos, grandes profesionales, ricos en humanidad, conocimiento y sabiduría. En definitiva, al elegir una carrera humanística queda expuesto en primer término el móvil que nos ha motivado a elegirla, que hace que tengamos muy presente nuestro primer objetivo: la ayuda a los otros. Y para lograrlo se requiere fundamentalmente, estar siempre a la altura de las circunstancias.

Entonces, ¿cuales son los puntos iniciales a contemplar dentro del análisis en un escrito?
En principio podríamos decir que estos son, poder determinar en primer término si se trata de una escritura sana o enferma; a estos efectos, a continuación, desarrollaremos algunas consignas con referencias gráficas de escrituras sanas y enfermas.

Características generales de una Escritura normal o sana:

- Ambiente gráfico positivo. Buen nivel de forma.
- Por el nivel de forma reparamos en el comportamiento social con el medio, en los mecanismos defensivos, la modalidad conductual, reflejando asimismo la estructura de la personalidad.
- Fluidez. La salud y el bienestar aumentan los movimientos circulares, logrando movimientos y desplazamientos armónicos. No debe existir dificultad al realizar las curvas, los movimientos deben ser progresivos, sin perturbaciones en la onda gráfica.
- Gestalt conservada.
- Consideraremos el orden, la armonía, la velocidad, la dirección, la presión y la continuidad. Rapidez o lentitud de los movimientos (desplazamientos).

Debe presentar regularidad y proporción constantes (con leves fluctuaciones), sin interrupciones guardando un buen ritmo en la ejecución de los trazados.

- La velocidad debe ser media, sin ligereza excesiva, ni lentitud extrema, con cadencia rítmica metódicamente desigual (Moretti).
- Escritura en progresión: movimientos que se dirigen hacia la derecha sin que esto demande un gran esfuerzo.
- Escritura nítida, legible, clara, buena distancia entre palabras, líneas y letras, sin choques de planos.
- Buena presión, en este punto aclararemos que, generalmente, las enfermedades orgánicas presentan más alteraciones en la presión gráfica y morfología que las psicopatologías, éstas últimas presentan mayoritariamente, alteraciones de cohesión, dimensión, orientación espacial, morfología (forma, alteraciones de la gestalt/ gestalt perturbada), conjuntamente. 
- Coherencia en el recorrido de la onda gráfica.
- Buena coloración (relieve).
- Profundidad normal.
- Tensión mediana, firme.
- Calibre medio: (que supere 1/3 de mm sin superar ¾ de mm).

Signos de enfermedad en la escritura:

- La enfermedad perjudica la motricidad, acusando directamente sobre la fluidez del trazado, los movimientos se presentarán rígidos, comprimidos, ocasionando angulosidad, quiebres, roturas, temblores, etc. 
   Observaremos: envejecimiento gráfico, prematuro en los casos de personas jóvenes y en casos extremos grandes perturbaciones en el orden, la distribución espacial, y la presión gráfica. 
   Debemos recordar siempre que toda enfermedad conlleva una determinada desorganización según la causa, el estado y el período en el que ésta se encuentre, pudiendo ser prematuro, intermedio o avanzado; por lo que la magnitud de la alteración gráfica, será relativa a ello.

- Gestalt alterada/ Perturbada.

   Deberemos observar minuciosamente toda alteración en la presión gráfica y en el orden.

- Alteración en la disposición de texto:

  Márgenes irregulares/ retraídos/ muy desordenados.

- Grafismo desordenado, superposición de líneas o de trazos.
- Distribución arrítmica, espaciamiento irregular.
- Escritura confusa, desorganizada en su distribución, choques de plano.
- Trazos invasores o enmarañados (falta de claridad mental, obnubilación- imprecisión de ideas o pensamientos- personalidad invasora- obsesiva).
- Desorden, confusión, dispersión, falta de regularidad en la continuidad gráfica.
- Torsiones
- Temblores
- Deformaciones
- Sacudidas, agitaciones.
- Reenganches
- Fragmentaciones
- Roturas. Trazos quebrados, rotos
- Brisados
- Facetamientos
- Pastosidades, empastamientos.
- Congestiones.
- Cegado por congestión, cegado por inhibición del impulso.
- Perturbaciones de presión
- Envejecimiento gráfico
- Relieve desigual, bajo relieve, diferencias de coloración, empalidecimientos.
- Afinamientos
- Afinamiento y engrosamiento de calibre en un mismo escrito.
- Tensión floja, blanda, muy tensa, desigual.

*(Los depresores y ansiolíticos pueden bajar la tensión grafica).

- Trazos masivos
- Retoques, suciedades, emborronamientos.
- Omisión de letras
- Repetición de palabras, de letras.
- Trazos inhibidos, inhibiciones en general.
- Apoyos
- Excesivos, subrayados, rasgos de exclamación y/o de interrogación
- Perturbaciones de velocidad. Diferencias de velocidad.
- Dimensión: tamaño fluctuante, micrografías y macrografías. Diferencias notables en el tamaño y las proporciones.
- Puntuación innecesaria.
- Corte inmaterial, soldaduras, cortes patológicos.
- Dificultades en el desplazamiento lineal, líneas que ascienden y descienden, líneas con desplazamiento incoherente, desordenado, confuso. 
- Etc. 

Roxana E. Bidoglio
Perito Grafóloga 

Bibliografía consultada

- Pedro J. Foglia. Signos de enfermedad en la escritura. Ediciones La Rocca.
- Alberto Posada Angel. Grafología y Grafopatología. Paraninfo.
- Matilde Ras. Lo que sabemos de Grafopatología. Gregorio del Toro Editor.
- Apuntes de cátedra; Grafo II y Grafo III. Prof. Roxana E. Bidoglio.


Escribir para sanar


La descripción intimista puede acelerar la recuperación de lesiones.
Era sabido que fijar por escrito los sentimientos o las vivencias (como llevar un diario personal o escribir cartas íntimas) contribuye a aliviar traumas psicológicos y a mejorar el estado de ánimo. Estudios recientes apuntan a que la escritura intimista, que se caracteriza por descripciones de los pensamientos o sentimientos propios más profundos, también resultan benéficos para la salud corporal.
Investigadores de Nueva Zelanda indagaron si este tipo de escritos intimistas podrían ayudar a adultos de edad avanzada a una recuperación más rápida tras una biopsia. En el estudio, 49 adultos sanos, de edades comprendidas entre los 64 y los 97 años, dedicaron 20 minutos diarios, durante tres días consecutivos, a escribir ora sobre sucesos desagradables, ora sobre actividades diarias. Dos semanas después, para asegurarse de que habían dejado atrás los sentimientos negativos iniciales implícitos al evocar procedimientos molestos, todos los sujetos fueron sometidos a una biopsia en el brazo. Su curación se rastreó mediante fotografías diarias en los 21 días siguientes. En el undécimo día, el 76 por ciento de los «intimistas» habían sanado, frente al 42 por ciento del grupo de control.
«Creemos que al escribir sobre sucesos que causan molestias y temor, los pacientes objetivan la situación, ello alivia la angustia», opina Elizabeth Broadbent, de la Universidad de Auckland y coautora del estudio que se publicó en julio de 2013 en Psychosomatic Medicine. Una zozobra emotiva prolongada puede elevar las concentraciones de hormonas de estrés (como el cortisol), lo que dificulta la acción del sistema inmunitario. En septiembre pasado, un artículo del British Journal of Health Psychology daba cuenta de que, en efecto, escribir sobre un tema emotivo reducía los valores de cortisol en los participantes.
Es posible que en el trabajo de Broadbent la sanación se acelerase porque, al escribir sus sentimientos, los probandos dormían mejor. Los sujetos que descansaron más durante la semana anterior a la biopsia sanaron antes, posiblemente porque el dormir acelera numerosos procesos fisiológicos implicados en la curación.

Grafología: la personalidad paranoide y su expresión gráfica


Resumen
El objetivo de la presente exposición, es describir de un modo sintético, la signología gráfica que se encuentra inmersa dentro del síndrome gráfico de una Personalidad Paranoide. Dentro de la presente descripción, se subraya, la importancia de la grafología, como aporte auxiliar, significativo para la psiquiatría y la justicia, por la posibilidad que ofrece, dentro de su especificidad, respecto a la objetivación y reconocimiento de datos de suma relevancia, dentro del contexto de análisis de cada signología gráfica y sus elementos constituyentes presentes en cada fenómeno gráfico.
Acceso al texto completo.
Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Reader, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: 
Autor/es: Roxana E. Bidoglio.
Fuente: Alcmeón
Referencia: Volumen 18, número 71, página(s) 166-174
Fecha: Septiembre 2013
http://www.psiquiatria.com/tr_personalidad_y_habitos/grafologia-la-personalidad-paranoide-y-su-expresion-grafica/

Si yo estoy contenta, tú también


En los niños, la estructura cerebral relacionada con la empatía no está madura, por lo que proyectan sus propias emociones en los demás.

Los niños son emocionalmente más egocéntricos que los adultos. O dicho de otro modo, les cuesta más ponerse en la piel del otro. Si un niño se siente contento porque ha ganado la partida, no llega a entender por qué su contrincante se siente decepcionado. En cambio, si ha perdido, considera que el otro jugador también debe sentirse insatisfecho. Según una reciente investigación, en la infancia la estructura cerebral responsable de la empatía, el giro supramarginal de la corteza derecha, todavía se está desarrollando, fenómeno que influye en el egocentrismo emocional.
Región cerebral contra el egoísmo
Para su estudio, investigadores del Instituto Max Planck de Cognición y Neurociencia compararon el estado emocional de probandos de diversas edades a partir de un juego en el que podían ganar o perder dinero. «Estudios anteriores han demostrado que con este tipo de juegos de recompensas y sanciones se pueden producir estados emocionales de parecidas características en niños y adultos. Los niños se alegran igual que los adultos si ganan dinero y su enfado ante las pérdidas es igual de intenso», indica Nikolaus Steinbeis, autor principal del estudio. Los científicos también registraron la actividad cerebral de los probandos mediante tomografía por resonancia magnética con el objetivo de determinar el motivo del egocentrismo emocional.
Armado con una pantalla y un teclado, pero sin ver al contrincante, cada jugador debía demostrar su rapidez de reacción. A través del monitor se indicaba a cada uno si había ganado o perdido. A continuación, se le pedía que estimara cómo se sentía en esos momentos su adversario. Los niños, de entre seis y trece años, tendían a tomar el propio estado emocional como baremo para evaluar las emociones del contrincante, tendencia que no se daba en los adultos, puesto que estos concebían sin problema cómo se debía sentir la otra persona.
Las neuroimágenes por resonancia magnética revelaron una región importante para la superación de las propias emociones: el giro supramarginal derecho. Esta región se encuentra en estrecha conexión, entre otras áreas cerebrales, con la ínsula anterior, responsable para comprender los estados emocionales de las otras personas. Los autores constataron asimismo que con la edad disminuye el grosor de las fibras nerviosas del giro supramarginal derecho. Según concluyen, la capacidad de reconocer las emociones del congénere de manera independiente del propio estado emocional aumenta con la edad. «Cuanto mayor es un niño, mejor puede ponerse en la piel del otro», apunta Steinbeis.
Más información en:
Ver nota:
http://www.investigacionyciencia.es/noticias/si-yo-estoy-contenta-t-tambin-12144?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Psicolog%C3%ADa+y+neurociencias+-+Junio


El delirio en la esquizofrenia


La esquizofrenia es la enfermedad más sorprendente con la que se enfrenta la psiquiatría. Toma a una persona joven, a veces muy joven, y le pervierte la programación mental de tal forma que le arma un mundo paralelo, le genera pensamientos extraños, sensaciones inusuales, creencias incontrastables, lo delira. 
Al principio la mente es acosada por palabras cuyo origen ignora, mensajes que no logra comprender, visiones inesperadas, órdenes insólitas, un caos torturante que martiriza todo su ser. Así el afán de encontrarle un orden es desesperante y nada de lo conocido, de lo consensuado le sirve para lograrlo, y recurre a lo extravagante, a la fantasía para construir. Se convence, entonces, de que es alguien especial, único. Encuentra en el delirio un orden distinto, inverosímil, pero orden al fin.
El delirio místico es una de las maneras de ordenar la mente caótica del esquizofrénico. Esa voz que escucha no es una alucinación, sino la voz de Dios. Las sensaciones, los presentimientos, son mensajes divinos. Él encuentra la misión de ser un elegido, no para arengar a los descreídos, sino para atesorar la vivencia de Dios en este mundo.La esquizofrenia evoluciona por crisis, por brotes. Cada brote va incapacitando a la persona. Le quita la practicidad que se necesita para ser eficaz, para autosustentarse, para defenderse adecuadamente ante las amenazas de la vida. No valoran adecuadamente el peligro para ellos ni para los otros. Y se da la paradoja de que pueden ser víctimas sugestionables y fáciles para un depredador o ser ellos los victimarios. Es una enfermedad grave y desconcertante.


Fuente: Tomado del muro del Dr. Hugo Marietan
Psiquiatra, docente de la UBA