jueves, mayo 31, 2012

EL CEREBRO EMOCIONAL EL SISTEMA LÍMBICO O CEREBRO EMOCIONAL


El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta).
Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas
El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste. Los monos a las que fue extirpada la amígdala manifestaron un comportamiento social en extremo alterado: perdieron la sensibilidad para las complejas reglas de comportamiento social en su manada. El comportamiento maternal y las reacciones afectivas frente a los otros animales se vieron claramente perjudicados.
Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de Yale, aportaron además pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al azar; el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.
El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.
Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza puso el neocórtex, el cerebro racional.
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.
Hoy en día la corteza cerebral, la nueva y más importante zona del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, sin ostentar ya el control indisputado del cuerpo, pero aún activas.
La corteza cerebral no solamente ésta es el área más accesible del cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.
Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida emocional una nueva dimensión.
Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del sistema límbico.
Por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes que tienen el cerebro dañado-, esas sensaciones quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de alto rendimiento.
Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. Como 'manager' de nuestras emociones, asumen dos importantes tareas:

· En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.
  En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras emociones.

Cuando nos hacemos cargo de las preocupaciones amorosas de nuestra mejor amiga, tenemos sentimientos de culpa a causa del montón de actas que hemos dejado de lado o fingimos calma en una conferencia, siempre está trabajando también el neocórtex.

Fuente: Serena Martinez Dai


ESCRITURA Y TEMBLORES


El temblor de actitud, en ocasiones denominado temblor postural, modifica considerablemente la escritura y, por otra parte, el examen de la escritura constituye uno de los elementos del diagnóstico diferencial con un temblor parkinsoniano. E l temblor de actitud, muy diferente al temblor parkinsoniano, que es un temblor en reposo, no existe cuando la mano y el antebrazo están relajados. Por el contrario, se produce en el momento de la contracción de los músculos. Cuánto mayor precisión se requiere, tanto más acentuado es el temblor, lo que se observa fácilmente en la ejecución de la escritura.

Cuándo ése es muy pronunciado, se mantiene la dirección de la línea y se retrasa el apoyo de la pluma sobre la hoja de papel con sacudidas irregulares que martillean el papel. Se observa sobre todo la afectación del trazado de las letras con zigzag que reemplazan una dirección lineal por oscilaciones sinusoidales.
La terminación de algunas letras es característica del temblor de actitud, sobre todo de las mayúsculas. La terminación de la letra "R" en serpentina, frecuentemente en los temblores de actitud, se denomina "signo de la R mayúscula".

Al contrario de lo observado en el temblor parkinsoniano, que se relaciona con una contracción alternante de los músculos agonistas y antagonistas, el ritmo del temblor de actitud, del orden de 8-12 Hz, está provocado por la contracción sincrónica y simultánea de grupos musculares antagónicos. Paradójicamente el temblor y, en consecuencia, la escritura mejoran con el alcohol, así como con algunos fármacos, como el meprobamato, betabloqueadores o algunos antagonistas del calcio.

Aunque el alcohol alivia el temblor de actitud, también provoca temblor, directamente o durante la abstinencia. En estos casos pueden observarse varios tipos de temblor: un temblor rápido que corresponde a la exageración de un temblor fisiológico; frecuentemente el temblor alcohólico es de predominio matutino, después de una noche de abstinencia tras varios días de abuso del alcohol. Por consiguiente, este temblor no constituye un efecto tóxico directo del alcohol, sino una consecuencia de la disminución de la tasa de alcohol en sangre que provoca una reducción de los valores de magnesio y una alcalinización de la sangre que origina una hiperexcitabilidad nerviosa, sobre todo del sistema autónomo, con un posible aumento de la taza de catecolaminas circulantes.

Existen otros tipos de temblores que pueden provocar disgrafías hipercinéticas diferentes: por ejemplo, el temblor denominado fisiológico, presente en todos los individuos, aunque no es perceptible a simple vista.
El temblor fisiológico se exagera durante las emociones, también se puede observar con algunos fármacos (anfetaminas), café y algunos tóxicos como el mercurio, que al cabo de cierto número de años, es responsable de un temblor que altera sobre todo la escritura, ya que predomina en posición de sedestación[1].

La escritura de los toxicómanos con frecuencia está más deteriorada que afectada por un temblor. La organización de las frases se deshace, el ordenamiento es irregular y el trazado a menudo es espasmódico, rígido y crispado. Según el grado de impregnación tóxica, en ocasiones se produce una agrafía "pura" similar a la de la confusión mental, que es transitoria y exagerada o no por la ingestión de la droga.

La exageración del temblor por ansiedad o estrés se relaciona con la liberación de adrenalina a partir de las glándulas suprarrenales, lo que aumenta la sensibilidad.
Fuente: Mecanismos Neurofisiológicos de la escritura
Publicado por: Marina Planas y Cecilia Amarante


[1] Término posicional que indica que el sujeto se encuentra sentado.

El aprendizaje inconsciente se encuentra relacionado con las regiones más antiguas del cerebro


La gran mayoría de las tareas cotidianas las maneja el cerebro de manera automática, vestirnos, bañarnos, lavarnos los dientes, regar las plantas, siguiendo patrones de movimientos específicos para realizarlos.  De este modo el consumo de energía de la UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) para aprenderlas y ejecutarlas es menor, la eficiencia aumenta por la repetición (las redes de neuronas implicadas aumentan su comunicación), dejando tiempo y recursos para la adquisición de nuevos conocimientos.
Se puede decir que existen dos tipos de aprendizajes:







En el implícito, el aprendizaje se produce de forma inconsciente y sin esfuerzo es decir, se aprende sin pensar en ello, por ejemplo a través de simples repeticiones.
Mientras que en el explicito, es necesario realizar un esfuerzo consciente para lograr incorporar conocimientos, exige de atención sostenida y selectiva y de la activación de los lóbulos prefrontales (el área más evolucionada de nuestro cerebro).

Los científicos consideran que no es sencillo poder distinguir entre estos dos tipos de aprendizajes debido a que ambos pueden verse influidos por el conocimiento implícito y explícito.
 
Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y del Instituto Nacional para los Trastornos Neurológicos y el Ictus  de los Estados Unidos, llevaron adelante una investigación liderados por el profesor Fredrik Ullén, para descubrir la importancia del aprendizaje implícito en nuestro cerebro y como este se apoya en áreas primitivas del mismo.

Para realizar su trabajo los especialistas trabajaron con voluntarios que debían realizar ciertas tareas y aplicaron durante el estudio un proceso de disociación, que permite evaluar por separado las contribuciones conscientes e inconscientes en el aprendizaje y rendimiento de una tarea posterior.
Un área del cerebro estudiada relacionada con el aprendizaje y control motor, fueron los ganglios basales[i], estos se relacionan con un neurotransmisor: la dopamina que les otorga plasticidad.
La dopamina está implicada en nuestra capacidad de aprender y fijar conocimientos, y uno de sus receptores (receptor D2) está presente tanto en el aprendizaje implícito como en el explícito.
Esta investigación reveló que el núcleo estriado (que se encuentra formado por el caudado, putamen, el globo pálido y el núcleo accumbens), que forma parte de los ganglios basales, pero que desde el punto de vista evolutivo son la zona más antigua de los mismos, se activaba ante el aprendizaje implícito.
Según los científicos los resultados obtenidos, corroboran firmemente la teoría de que los sistemas de aprendizaje implícito, es decir inconscientes del cerebro, son más simples y más antiguos desde el punto de vista evolutivo, para Ullén, los seres humanos poseemos ciertos sistemas fundamentales de aprendizaje en común no sólo con las ratas, ratones y otros mamíferos, sino también con vertebrados mucho más primitivos como las lampreas, reptiles y anfibios, que ya contaban con un cuerpo estriado.
Resultados de otra investigación anterior, sobre los receptores de la dopamina y el aprendizaje implícito y explícito, ya habían presentado como la actividad del núcleo estriado sustentaba el componente implícito en el aprendizaje, pero además mostraron que ciertas áreas de los lóbulos prefrontales como la corteza cingular anterior y la corteza ventro medial contribuían al explícito, que es cuando  estamos conscientes de lo que aprendemos y que la actividad de estas regiones se desacopla cuando es esencialmente implícito.
Es sumamente valioso ser conscientes de la existencia e importancia que tiene el aprendizaje implícito en nosotros, ya que viene en nuestros genes, no necesita de la consciencia, es mucho más simple, rápido y siempre está presente debido a que se apoya en estructuras primitivas de nuestra UCCM (unidad cuerpo cerebro mente). Este tipo de aprendizaje fue el primero en existir y en él se baso nuestra supervivencia y mecanismo adaptativo, siempre estamos aprendiendo sin darnos cuenta, de allí que desde la Neurosicoeducación consideremos tan importante construir contextos enriquecidos en donde los estímulos que reciba la UCCM sean a favor de la trascendencia. En la educación, en el ámbito laboral, y en todo momento deberíamos saber que no podemos dejarlo de lado y que tenerlo en cuenta no es un tema menor, para lograr que ambos aprendizajes no se vean enfrentados sino que por el contrario jueguen a favor de los objetivos buscados.

Fuente: Instituto Karolinska - PNAS
Documento de Referencia: Karabanov, A., et al. (2010). Dopamine D2 receptor density in the limbic striatum is related to implicit but not explicit movement sequence learning. PNAS (en imprenta), publicado en Internet el 5 de abril. DOI: 10.1073/pnas.0809467105.
Los correlatos neurales de la secuencia de aprendizaje implícito y explícito [Recurso electrónico]: la interacción de redes revelados por el proceso de disociación procedimiento / Arnaud Destrebecqz, Philippe Peigneux, Steven Laureys, Degueldre cristiana, Guy Del Fiore, Aerts Joël, Luxen André, Martial Van der Linden, Cleeremans Axel, y Pierre Maquet.
El aprendizaje y la memoria. - 2005, 12, p. 480-490.

Neurociencias - Asociación Educar
Nse. Marita Castro
Directora Asociación Educar
CEO AE Consultora
Directora talleres de Neurobiología del Aprendizaje - Universidad Nacional de la Plata.
Disertante en la cátedra de Política y Liderazgo de la formación en Farmacia y Bioquímica, Abogacía y Marketing - Universidad Maimónides.
www.asociacioneducar.com


[i] Ganglios basales (del griego ganglion, "conglomerado”): Grupos de núcleos que se encuentran a ambos lados del cerebro dentro de los lóbulos temporales. Conjuntamente con el cerebelo y la corteza frontal constituyen un complejo sistema que funciona de manera integral para garantizar la organización y ejecución de patrones normales de movimientos. Una de las partes más antigua que lo conforma es el núcleo estriado.


EL CEREBRO DESPUES DE LOS 50


El Dr. Juan Hitzig es autor del libro Cincuenta y tantos - Cuerpo y mente en forma aunque el tiempo siga pasando. En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides se lee:
No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que:
"El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta y te hace sentir mejor".
Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte. Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar. Las conductas con R:

Resentimiento,
Rabia,
Reproche,
Rencor,
Rechazo,
Resistencia,
Represión.........

Son generadoras de Cortisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas R generan actitudes D:

Depresión,
Desánimo,
Desesperación,
Desolación.

En cambio, las conductas con S:
Serenidad,
Silencio,
Sabiduría,
Sabor,
Sexo,
Sueño,
Sonrisa,
Sociabilidad,
Sedación.........

Son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A:
Animo,
Aprecio,
Amor,
Amistad,
Acercamiento.

Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre. Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:

· Presta atención a tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS.
· Presta atención a tus PALABRAS pues se harán ACTITUDES.
· Presta atención a tus ACTITUDES porque se harán CONDUCTAS.
· Presta atención a tus CONDUCTAS porque se harán CARACTER.
· Presta atención a tu CARACTER porque se hará BIOLOGIA.

Practiquemos.
Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?" Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene. De esa forma nos inundaría la SEROTONINA con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado. Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES.
No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas (que nadie quiere tener cerca).
Empecemos hoy practicando las eses frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud. ¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S?
Suena lógico ¿verdad? Finalmente todo es cuestión de actitud.

Tomado de la Web.