La
utilización de periciales caligráficas es una práctica habitual en el ámbito de
la administración de Justicia, pero hasta el momento no se había utilizado,
oficialmente, para establecer una autoría en temas de pintadas en las calles y
espacios monumentales. Las dos expertas caligráficas que han participado en
este caso, Begoña González y Pilar Parra, indican que en cualquier texto o
grafismo realizado por una persona existen datos que muestran trazos de su
personalidad y que serán siempre iguales independientemente del formato o
método que utilicen para escribir. Da igual que escriban con un bolígrafo en un
papel, que lo hagan con rotuladores o pintura en una pared. «La relación de un
sujeto con su escritura es indisociable. La escritura es un elemento
identificador universalmente aceptado como tal. Es único e irrepetible en cada
persona», dice Pilar Parra, que reconoce que la labor de recopilación de
imágenes que ha realizado la Policía Local «es muy importante y puede ser la
clave para futuras identificaciones».
Las
dos expertas en pericia caligráfica y documentoscopia, afirman que es la
primera vez en Andalucía que se realizan diligencias apoyadas en pruebas de
este tipo. «Sabemos que en Cataluña se utiliza desde hace un tiempo, pero de
manera puntual en algunos municipios, igual que en Extremadura. También tenemos
noticias de una declaración de intenciones en la comunidad de Madrid, aunque no
tenemos constancia de que se haya llevado ninguna acción concreta».
El proceso
En
algunas de las pintadas, la autoría de una persona concreta estaba muy clara,
pero en otros ha habido que aplicar métodos de investigación. «La forma de
trabajar, tras una primera aproximación documental, es comprobar qué elementos
similares hay en las diferentes fotografías o textos, además de ver los rasgos
diferenciadores. Con el estudio de los rasgos se establecen pautas y rasgos
tipo de cada autor».
Pilar
Parra y Begoña González, indican que «los gestos gráficos están en el cerebro y
se trasmiten a los diferentes soportes, conteniendo la identidad gráfica y los
elementos identificativos de cada autor; el proceso signatriz es el mismo, es
decir los estímulos táctiles y visuales y los reflejos gráficos tanto imágenes
motrices como emplazamientos». Todo ello les lleva a determinar que hay una
clara autoría en cuatro firmas concretas y que tres de ellas corresponden a los
tres jóvenes que fueron detenidas y la cuarta al que aún no ha sido localizado
por la Policía.
Las
pericias podrán llegar a determinar una de las apreciaciones de los policías
especializados, que en la ciudad, no hay más que una veintena de ‘writers’.
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