domingo, abril 21, 2013

“De la neurobiología de la afectividad al psicoanálisis” Entrevista a Roberto Rosler



La entrevista al Dr. Roberto Rosler, nos acerca a un campo que pareciera muy distante del psicoanálisis. El neurocirujano, abocado al estudio de la Neurobiología de la Afectividad destaca que las investigaciones constatan la premisa freudiana del inconsciente y la incidencia de la palabra en las conexiones neuronales. La memoria, los olvidos en el discurso de un analizante o por efecto de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el estrés y la deriva en el sujeto de la posmodernidad o la incidencia de los afectos en las funciones cerebrales también estarán presentes en estas páginas.



- Como neurocirujano recibió varios premios por sus investigaciones con métodos quirúrgicos innovadores, sin embargo en cierto momento decidió dedicarse a la neurobiología de la afectividad. ¿Qué produjo ese cambio en usted y en qué consiste esta rama “relativamente nueva” de estudio?
- Siempre me gustó más el aula que el quirófano y, en un momento dado, una ONG me pidió que me hiciera cargo de un curso de Neurofisiología para residentes de Psicología y Psiquiatría. Comencé con mi “arsenal de Neurofisiología clásica” (Sinapsis, Sistemas Sensoriales y Motores, etc.) y cuando hice mi primer encuesta de “calidad” encontré una crítica reveladora: “Profe en clase siempre hay alguien que no entiende o que se aburre”. Fue ahí que comprendí que necesitaba otro “repertorio” para este auditorio heterogéneo y tan especial. Me puse a buscar y encontré la naciente Neurobiología (en realidad la llaman Neurociencia pero este término da alergia porque cuando tengo hemorroides no voy a un “proctocientífico” sino a un proctólogo) de la Afectividad que, en un camino conceptual paralelo a los pintores impresionistas y postimpresionistas de comienzos del siglo XX que decidieron registrar y capturar el significado emocional del mundo, intenta registrar y estudiar los procesos neuronales subyacentes a las experiencias y reacciones afectivas.
- A partir de estos desarrollos afirma en una nota periodística que: "Las neurociencias de la afectividad muestran que Freud tenía razón y que el inconsciente de verdad existe", ¿de qué manera se arriba a esta conclusión?
- Se arriba a esta conclusión a través del estudio neurobiológico de diversos procesos (alucinaciones del Síndrome de Korsakoff, estadios del sueño, etc.) que confirman las afirmaciones de Freud.
- ¿Hay investigaciones que posibiliten dar cuenta de la eficacia de la palabra –la denominada por una paciente de Freud “talking cure”– como efectora de cambios químicos en el cerebro?
- Hoy en día los estudios por neuroimágenes (Tomografía por Emisión de Positrones y Resonancia Magnética Funcional) han demostrado que la palabra modifica las conexiones entre las neuronas (o sea las sinapsis químicas).
- Usted describe dos tipos de memoria, una a la que llama “fría” relacionada con el Límbico y una “caliente” o Amigdalina, ¿Se le asigna algún lugar desde la neurobiología de la afectividad a la incidencia del inconsciente, a la historia de un sujeto en el desencadenamiento de enfermedades de tipo degenerativo como el Alzheimer o la demencia senil?
- Desde mi humilde conocimiento no tengo datos de que existan publicaciones que hayan relacionado estas enfermedades con eventos afectivos.
- Respecto del Alzheimer no hay unanimidad de criterios, desde el psicoanálisis Fidias Cesio lo relaciona con celos intensos vinculados a la conflictiva edípica, por mi parte he podido encontrar en un importante número de casos duelos que no han tenido otra forma de tramitación o expresión, ¿Considera que estos factores pueden incidir en la aparición de la enfermedad?
- No creo tener el conocimiento adecuado para poder responder esta pregunta.
- ¿Qué podrían aportar a la comprensión y eventual tratamiento, las investigaciones recientes sobre la generación de nuevas neuronas en el hipocampo, área relacionada con la memoria?
- Los conocimientos actuales ayudan más a la prevención, especialmente en las mujeres que, debido a la menopausia, quedan sin hormonas sexuales que son neuro-protectoras. El hombre andropáusico queda con un poco de Testosterona circulante por lo que tiene un grado mayor de neuro-protección. La prevención del Alzheimer se centra en seguir utilizando, luego de la andro y menopausia, los circuitos cognitivos (lo cual puede hacerse a través de tareas sencillas como rompecabezas, palabras cruzadas, lectura, etc.).
- ¿Cómo pensar –desde la neurobiología– los olvidos, como efecto de la represión del aparto psíquico, que suelen producirse en el discurso de alguien durante una sesión de análisis, donde no habría alteración neuronal?
- No debemos olvidar que todas las noches, durante la actividad onírica, el Sistema Nervioso Central se dedica celosamente a olvidar toda la información que lo bombardeó durante el día (salvo aquella que haya sido emocionalmente significativa para él). Esto se debe a que el Homo Sapiens tiene, contra que lo que generalmente se piensa, escasísimos recursos cognitivos.
Por otro lado las situaciones de estrés importante (con gran elevación de Adrenalina y Cortisol) borran memorias. Esto más que una represión sería una verdadera amnesia.
- ¿Qué consideraciones le merecen las investigaciones relacionadas con la implementación de microchips que podrían, a futuro, extender las redes de memoria de una persona?
- En mi opinión esto es un sueño distópico (al estilo de Orwell o de Huxley) de una aplicación casi imposible y con objetivos medicalizantes y económicos.
- ¿A qué se denomina plasticidad neuronal?
- A la capacidad de una neurona de modificar su estructura y/o su función ante un estímulo externo y/o interno.
- ¿Cuáles son los mecanismos neuroquímicos y neuroanatómicos que rigen la plasticidad neuronal?
- Básicamente un estímulo se expresa sobre una neurona a través de un neurotransmisor (que son las moléculas a través de las cuales las neuronas se comunican entre sí). Este neurotransmisor genera cambios a nivel molecular en el interior de la neurona que repercuten sobre sus genes (su ADN) lo que finalmente generará un cambio estructural (por ejemplo la síntesis de una nueva porción de la neurona) y/o funcional (por ejemplo la síntesis de una nueva molécula en la neurona)
- ¿Qué avances en la investigación, en este campo se han producido en los últimos 20 años?
- Podríamos hablar de dos caras de la plasticidad. La cara “brillante” ya que se han descubierto aspectos tales como algunos mecanismos del aprendizaje sináptico, cómo los ciegos congénitos (plasticidad mediante) “leen” Braille no con su corteza del tacto (que sería lo más “lógico”) sino con su corteza visual, algunos mecanismos de plasticidad subyacentes a la recuperación de lesiones del sistema nervioso, etc.
La cara “oscura” (su lado “Dark Vader”) es que, por ejemplo, la adicción a las drogas se debe a mecanismos de plasticidad neuronal de la vía de recompensa y motivación y que el dolor de miembro fantasma es el resultado de una plasticidad aberrante.
- Muchas de las investigaciones se realizan con ratones, ¿cómo pensar esos mismos hallazgos trasladados a seres humanos, con acceso al pensamiento simbólico, al lenguaje?
- En la actualidad tenemos un instrumento, que nos permite un análisis neuroanatómico funcional in vivo no invasivo, que son las Neuroimágenes funcionales (como la Tomografía por Emisión de Positrones y Resonancia Magnética Funcional). Con este instrumento se ha podido estudiar la neurofisiología humana de temas tan complejos como la Fobia, la Promiscuidad, las tareas ejecutivas, etc.
- Habitualmente se plantea que los primeros meses, incluso se habla de 6 meses, son fundamentales para la recuperación de funciones perdidas como efecto, por ejemplo, de un accidente cerebro vascular, y que más allá de ese período no se producirían cambios significativos. ¿Esto es así? Y de ser así, ¿a qué se debe?
- La Neurobiología está atravesada a lo largo de prácticamente toda su temática por dos pilares que son las respuestas genéticamente pre programadas y los estímulos ambientales. Para tomar el ejemplo de un déficit neurológico generado por un ACV es cierto que sus mejores posibilidades de recuperación se encuentran en una ventana temporal que se abre en los primeros meses (ponerle un número a esta ventana sería temerario porque no existe aún en la bibliografía trabajos serios que nos permitan “sentenciar” a un paciente a cuál es el tiempo que dispone para recuperarse). Esto se debe a que inmediatamente después del ACV se liberan en la zona lesionada una familia de moléculas denominadas Neurotrofinas cuya función es estimular el desarrollo de nuevas conexiones para reemplazar a las que han desaparecido por el ACV. Hasta aquí lo que está genéticamente pre-programado. Pero se ha visto que esto se puede mejorar y potenciar espectacularmente con la rehabilitación y el ejercicio (o sea el estímulo ambiental).
- ¿De qué manera el tan mentado estrés incide en el cerebro y cuales son las zonas más afectadas?
- El estrés incide de diferentes formas en el Sistema Nervioso pero su impacto más importante es en la memoria. Su efecto es una curva que tiene una forma de u invertida. O sea que un estrés moderado mejora el recuerdo del hecho estresante pero un estrés muy intenso genera una amnesia del estresor.
Esto se debe a que la “sopa” de moléculas liberadas durante el estrés (Cortisol y Adrenalina), cuando están muy elevadas tatúa a fuego en el inconsciente el recuerdo del estresor en la Amígdala (que es el depósito cerebral de las memorias emocionales inconscientes de valencias negativas como el miedo y la tristeza) pero, al matar neuronas en el Hipocampo que es el depósito de memorias autobiográficas concientes, genera una amnesia conciente de dicho estresor.
Este es el mecanismo del Estrés Postraumático que ha generado tantas muertes por suicidio, por ejemplo, entre los veteranos de las guerras del Golfo, Irak y Afganistán.
-¿El estrés incide negativamente en el cerebro o empuja al sujeto a una continua adaptación desarrollando nuevos mecanismos?
- El problema del Estrés es que fue diseñado como una respuesta de adaptación a un ambiente ancestral de adaptación en el cual ya no vivimos hace más de 8.000 años.
Debemos recordar que el Homo Sapiens existe desde hace 1.400.000 años y hasta hace 8.000 años vivió en forma nómade sin normas culturales. En ese ambiente ancestral (donde no había ni suegras ni contadores ni políticos, etc., etc.) un factor de estrés podía ser que nos persiguiera un tigre. Esta situación de estrés tenía una serie de características: se resolvía luchando o huyendo, era poco frecuente (¿tres veces al mes?), duraba poco tiempo (tal vez unos 15 minutos ya sea porque el tigre nos comía o porque lográbamos subirnos a un árbol y conocemos la impaciencia de los grandes felinos) y para lograr huir estar hipertenso (llega más sangre a nuestros músculos), diabético (aumenta la glucosa en sangre para tener más energía para correr) y estar anoréxico, insomne e impotente (ya que no convenía, mientras nos perseguía un tigre, detenernos a comer, dormir o fornicar) era conveniente para lograr la supervivencia.
Pero en la postmodernidad (y especialmente si uno es argentino y es de la inmensa mayoría que debe trabajar para sobrevivir) uno está estresado 365 días al año. Luchar o huir no es una buena estrategia para resolver los problemas y estar constantemente hipertenso, diabético, anoréxico, impotente e insomne en forma irremediable te termina enfermando y matando.
- ¿Se han podido realizar estudios sobre la incidencia de los afectos en las funciones cerebrales?
- Hay varios estudios que analizan esta incidencia. Un campo muy interesante es de la educación. Se ha observado que, por ejemplo, los afectos negativos (estrés, agresividad, miedo, etc.) bloquean las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria y que esto afecta mucho más a los hombres que a las mujeres. Por el contrario las emociones positivas, el aumento de Dopamina (neurotransmisor relacionado con el placer) generan una facilitación de las áreas de Aprendizaje y Memoria.
- ¿Hay algunas área más afectadas? De ser así, ¿Cuáles serían y que consecuencias podrían ocasionar?
- Los afectos actúan sobre TODAS las áreas cerebrales (sentidos, atención, aprendizaje, cognición, etc., etc.) ya que en la organización jerárquica del Sistema Nervioso la corteza que procesa las emociones está en el “pináculo” de la jerarquía (aún por encima de las áreas racionales) y es la que, en definitiva, toma (en forma conciente o inconsciente) las decisiones finales.
- En nombre de elSigma le agradezco su disposición a transmitir de forma clara y con humor conceptos que pueden -en apariencia- resultar ajenos y hasta contrarios al psicoanálisis.

El Dr. Roberto Rosler es Profesor Adjunto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de la UAI. Docente Adscrito a la Cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina de la UBA. Profesor de Neurofisiología de la Escuela de Medicina del Hospital Italiano. Profesor de Neuroanatomía de la Maestría en Neuropsicología de la Escuela de Medicina del Instituto de Medicina del Hospital Italiano. Autor de Me tiene podrido la Neurología. Editorial Punto y Coma. Coautor, junto con Joaquín Barutta, de Los enfermos y los métodos de la medicina: sus historias. Editorial Punto y Coma.
por Emilia Cueto
Para elSigma.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario