De
Bono distingue entre pensamiento creativo y pensamiento reactivo. El
pensamiento reactivo, en el que considera que se basa la mayor parte de la
tradición del pensamiento occidental, y consiste en el diálogo y en la
argumentación dialéctica y cuya utilidad consiste en saber reaccionar ante un
interlocutor, pero no para genera propuestas.
El
pensamiento creativo
se centra en cambio en producir propuestas, establecer objetivos, evaluar
prioridades y generar alternativas.
De
Bono afirma
que se puede aprender a aplicar el pensamiento creativo lo mismo que se aprende
cualquier habilidad. Para conseguirlo hay que racionalizar la confusión que caracteriza
al pensamiento, en que la creatividad, la lógica, la información o la esperanza
se solapan y nos agobian. De alguna manera los sombreros racionalizan y
secuencian esta confusión. También establecen una intencionalidad de pensar, y
de acuerdo con De Bono, es esa intención, unida a los movimientos que
realicemos para alcanzarla la que convertirán una idea en realidad.
De
acuerdo con el autor,
son la intención y los movimientos para llegar a algo lo que convierte una idea
en realidad. La intención de pensar nos convierte a cada uno de nosotros en
pensadores. De lo que se trata es de racionalizar el proceso para conseguir
alcanzar el objetivo.
Aprender
a pensar es
una de las asignaturas pendientes en nuestro sistema escolar. Edward de Bono
nos propone es métodos que nos permitan enseñar a pensar de manera más eficaz.
Desarrollar
el pensamiento creativo a través de los seis sombreros es bueno porque los
sombreros nos permiten:
- Representar un papel: Mientras alguien en un grupo "se pone un sombrero" está representando un papel, y por lo tanto está de alguna forma liberándose de las defensas del ego, que son responsables de los errores prácticos del pensar.
- Dirigir la atención: "Ponerse un sombrero" implica dirigir la atención de forma consciente hacia una forma de pensar, lo cual da a cualquier asunto seis aspectos diferentes.
- Crear flexibilidad: Al pedir a alguien, incluso a uno mismo, que se ponga un sombrero, se le está pidiendo que cambie de modo, que deje de ser negativo o se lee está dando permiso para ser puramente emocional
- Establecer las reglas del juego: Los seis sombreros establecen unas ciertas reglas para el "juego" de pensar y particularmente para la forma del pensamiento que se ocupa de trazar mapas como opuesto - o distinto- al de discutir.
El método de los Seis
Sombreros se esquematiza a continuación:
Fuente:
Extracto
de BONO, E. de. 1986 Seis sombreros para pensar
Recuerda:
El
método es simple.
Basta utilizar los seis sombreros imaginarios, cada uno de un color diferente. O
puedes usar un sombrero de un color concreto durante un tiempo en un momento
determinado
El
método puede parecer extremadamente simple e incluso infantil - pero funciona.
Algunos beneficios del
método de los Seis Sombreros:
- Permite la expresión legítima de sentimientos e intuiciones en una reunión sin justificaciones ni disculpas. "Esto es lo que siento".
- Proporciona una manera simple y directa de conmutar el pensamiento sin ofender. "¿Qué tal un poco de pensamiento de sombrero amarillo sobre este punto?"
- Requiere que todos los pensadores sean capaces de utilizar cada uno de los sombreros en vez de quedarse cerrados en sólo un tipo de pensamiento.
- Separa el ego del rendimiento en el pensar. Libera las mentes capaces para poder examinar un tema más completamente.
- Proporciona un método práctico de pensar para utilizar diferentes aspectos del pensamiento en la mejor secuencia posible.
- Se escapa de los argumentos en pro y en contra y permite a los participantes colaborar en una exploración constructiva.
- Hace las reuniones mucho más productivas.
Los
sombreros son más efectivos usados a ratos - utilizando un sombrero en
cada momento para obtener un determinado tipo de pensamiento. Cuando es
necesario explorar un tema completamente y de manera efectiva, se puede crear
una secuencia de sombreros y después usarlos cada uno por turnos: "Sugiero
que empecemos con el blanco y después cambiemos al verde y ..." El
sombrero azul se utiliza para componer estas secuencias, para comentar sobre el
tipo de pensamiento que se está produciendo, para resumir lo que se ha pensado
y llegar a conclusiones.
Los
Seis Sombreros
se pueden usar individualmente, en reuniones, para escribir informes y en
numerosas circunstancias.
Nuria de Salvador
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