Es muy probable que alguna vez hayas tenido algo que te preocupa, te
provoca ansias o te da miedo (a veces sabes exactamente qué es y a veces
no). No es raro que dichas preocupaciones o miedos queden revoloteando
en tu cabeza y te generen malestar. Lo que las personas suelen intentar
hacer en estos casos es suprimir o eliminar estos pensamientos.
Desafortunadamente, como muchos estudios han demostrado, la supresión de
pensamientos no funciona (Wegner y cols, 1987, Wegner, 1994, Salkovskis y Reynolds, 1994, Wegner y Gold, 1995, Patrie y cols, 1998, , Wenzlaff y Wegner, 2000, Marcks y Woods,
2005). Irónicamente, tratar de sacar esos pensamientos fuera de
nuestras mentes solo los hace volver con más intensidad. Es un
descubrimiento muy frustrante, pero que ha sido replicado
experimentalmente una y otra vez.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué alternativas existen para
librarse de los pensamiento que preferiríamos no tener dando vueltas en
nuestras cabezas?
En un artículo
de American Psychologist, el experto en la temática, Daniel Wegner,
explica algunos métodos potenciales para luchar contra pensamientos
persistentes e indeseados.
A continuación te dejo 8 de ellos:
1. Distracción enfocada:
Es aquella tendencia natural cuando intentas desconectar tu mente, es
decir, tratas de pensar en algo más para distraerte. Cuando la mente
deambula buscando nuevas cosas en que enfocarse, en una de esas, te deja
en paz. La distracción si funciona pero raramente lo suficiente; los
estudios sugieren que es mejor distraerse con una cosa antes que dejar
que la mente divague. Esto es así porque una mente sin objetivo está
asociada con infelicidad; es mejor concentrarse en, por ejemplo, una
pieza de música, un programa de TV o una tarea.
2. Evita el estrés:
Otro método intuitivo para evitar los pensamientos persistentes es
ponernos bajo estrés. Lo que se piensa cuando se hace esto es que la
prisa nos dejará con poca energía mental para los pensamientos que nos
están causando problemas.
Cuando se prueba científicamente, no termina siendo un buen abordaje
de la cuestión. De hecho, en vez de ser una distracción, el estrés hace
que los pensamientos indeseados vuelvan con más fuerza, así que
ciertamente no debería ser usado como una forma de evitar pensamientos
displacenteros.
3. Posponer el pensamiento para más tarde:
Mientras que tratar continuamente de suprimir un pensamiento lo hace más intenso, posponerlo puede funcionar.
Investigadores han tratado de pedirles a personas con pensamientos persistentes, que pospongan sus preocupaciones hasta un tiempo designado de 30 minutos, el “período de preocupación”. Algunos estudios sugieren que las personas encuentran que esto funciona como una forma de dejar de lado la supresión de pensamientos.
Así que guarda todas tus preocupaciones para un período designado y así puedes aliviar tu mente el resto del tiempo.
Investigadores han tratado de pedirles a personas con pensamientos persistentes, que pospongan sus preocupaciones hasta un tiempo designado de 30 minutos, el “período de preocupación”. Algunos estudios sugieren que las personas encuentran que esto funciona como una forma de dejar de lado la supresión de pensamientos.
Así que guarda todas tus preocupaciones para un período designado y así puedes aliviar tu mente el resto del tiempo.
4. Terapia paradojal:
¿Qué pasaría si, en vez de tratar de suprimir un pensamiento
repetitivo de preocupación, por ejemplo sobre muerte, lo buscas y te
concentras en el?
Parece paradojal pero concentrarse en un pensamiento puede ayudar a que se vaya, sin embargo algunas investigaciones sugieren que esto no funciona. Está basado en la ya hace mucho tiempo establecida, ‘terapia de exposición’: esto es cuando, por ejemplo, los aracnofóbicos son lentamente expuestos a arañas, hasta que el miedo empieza a irse.
Esta técnica no es para los débiles de corazón, pero los estudios sugieren que puede ser útil cuando se usa para luchar contra pensamientos obsesivos y conductas compulsivas.
Parece paradojal pero concentrarse en un pensamiento puede ayudar a que se vaya, sin embargo algunas investigaciones sugieren que esto no funciona. Está basado en la ya hace mucho tiempo establecida, ‘terapia de exposición’: esto es cuando, por ejemplo, los aracnofóbicos son lentamente expuestos a arañas, hasta que el miedo empieza a irse.
Esta técnica no es para los débiles de corazón, pero los estudios sugieren que puede ser útil cuando se usa para luchar contra pensamientos obsesivos y conductas compulsivas.
5. Aceptación:
En líneas similares, pero no tan directa, hay alguna evidencia de que
tratar de aceptar los pensamientos no deseados en vez de batallar con
ellos puede ser beneficioso. A continuación las instrucciones sacadas de
un estudio que encontró un descenso en la angustia de los
participantes:
“Luchar con el blanco de tus pensamientos es como luchar en la arena movediza. Quiero que mires tus pensamientos. Imagina que están saliendo de tus oídos en pequeños letreros sostenidos por soldados marchando. Quiero que permitas a los soldados que marchen en frente tuyo, como un pequeño desfile. No discutas con los letreros, ni los evites, ni los hagas desaparecer. Solo miralos marchar” (Marcks y Woods, 2005, p. 440).
“Luchar con el blanco de tus pensamientos es como luchar en la arena movediza. Quiero que mires tus pensamientos. Imagina que están saliendo de tus oídos en pequeños letreros sostenidos por soldados marchando. Quiero que permitas a los soldados que marchen en frente tuyo, como un pequeño desfile. No discutas con los letreros, ni los evites, ni los hagas desaparecer. Solo miralos marchar” (Marcks y Woods, 2005, p. 440).
6. Medita:
Similar a la aceptación, el mindfulness budista promueve una actitud
de compasión y no crítica hacia los pensamientos que revolotean en la
mente. Este también puede ser un enfoque útil para pensamientos
repetitivos indeseables.
7. Autoafirmación:
Es la última cura psicológica para todo. Envuelve pensar sobre tus
rasgos y creencias positivas y se ha demostrado que incrementa la confianza social y el autocontrol, entre otros beneficios.
También puede ser de ayuda con pensamientos repetitivos indeseados, aunque solo ha sido puesto a prueba experimentalmente unas pocas veces.
También puede ser de ayuda con pensamientos repetitivos indeseados, aunque solo ha sido puesto a prueba experimentalmente unas pocas veces.
8. Escribe sobre ellos:
En contraste con la autoafirmación, escribir expresivamente (escribir
sobre tus pensamientos y sentimientos más profundos) ha sido estudiado
extensivamente y tiene varios beneficios en la salud física y mental
(aunque generalmente el efecto es pequeño).
Escribir emocionalmente sobre ti mismo, entonces, puede ayudarte a reducir pensamientos indeseados recurrentes.
Escribir emocionalmente sobre ti mismo, entonces, puede ayudarte a reducir pensamientos indeseados recurrentes.
A tener en cuenta
Por último, Wegner
aclara que estas 8 técnicas no deberían tomarse como remedios o
recomendaciones sino como lo que son, hipótesis y posibilidades.
Dicho esto, solo queda agregar que posiblemente no te haga daño intentar ninguna de estas técnicas y probablemente, cualquiera de ellas son mejores que la supresión de pensamientos.
Dicho esto, solo queda agregar que posiblemente no te haga daño intentar ninguna de estas técnicas y probablemente, cualquiera de ellas son mejores que la supresión de pensamientos.
Fuente
www.spring.org.uk
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