Resumen
de la Charla – coloquio en el Club de Prensa del periódico "La Nueva
España"
Buenas
tardes y gracias por su asistencia. Esta charla-coloquio sobre el grafismo y
sus correlaciones con los rasgos característicos del neuroticismo, psicoticismo
y la psicopatía o sociopatía se enmarca, tal y como viene sucediendo en los
últimos años, en un firme compromiso de divulgación acerca de los fundamentos y
aplicaciones sociales de la Grafología científica.
La
Grafología puede definirse como aquel conjunto de técnicas, metodologías y
conocimientos que permiten observar críticamente, discernir y aprehender la
génesis (tanto psicológica como psicofisiológica) del trazado manuscrito y sus
connotaciones caracteriales, conductuales y patológicas que se evidencian, como
muestra la praxis grafoanalítica y la investigación correlacional, en el
grafismo y más específicamente en la conducta gráfica.
Al
español Juan Huarte de San Juan, precursor de la Psicología Diferencial, se
deben las primeras menciones serias referidas a las correlaciones entre
variables escriturales y perfiles psicológicos determinados requeridos en la
búsqueda candidatos idóneos para diferentes habilidades socio laborales; su
libro Examen de ingenios para las ciencias, fue publicado en 1575 y tuvo
una amplia e internacional repercusión. La Editorial “Austral” lo mantiene hoy
día reeditado y al alcance de cualquier interesado.
Para
qué sirve la Grafología?
En
un informe grafológico o grafopsicológico que debí emitir recientemente, uno
entre tantos, para la selección de un puesto directivo en un grupo empresarial
que engloba a un número importante de empresas, el director del grupo a medida
que iba leyendo el informe en mi presencia y aclarando y amplificando puntos,
se detenía a menudo y me decía sorprendido... “lo conoces?!!!” (Él lo
conocía de muchos años atrás de haber estudiado juntos).
Efectivamente,
el propósito de la Grafología aplicada consiste en inferir los rasgos
idiosincrásicos de la personalidad de un sujeto, sus cualidades y aptitudes
cognitivo-afectivas, su estado anímico, voliciones, motivaciones
fundamentales... todo ello destinado a la predicción de sus reacciones y conducta
habituales y prototípicas.
La
escritura no es un sumatorio de elementos gráficos significativos desde el
punto de vista gestual y simbólico, que deban informarnos de forma
compartimentalizada de la vida y circunstancias anímicas de un sujeto, sino que
constituye una “gestalten”,
esto es, una configuración, una totalidad individuada, en la que el todo, es
algo más (cualitativamente hablando) que la suma de sus partes.
Una
escritura debe mantener unas constantes de cohesión, armonía y un nivel de
individuación o diferenciación básico para reflejar el desarrollo de una
personalidad convenientemente orientada y adaptada.
Sin
estos requisitos de armonía y dinamismo diferenciado y progresivo, desde una
óptica global u holística, la escritura muestra el escenario proyectivo donde
son manifestadas toda suerte de insuficiencias, desequilibrios y trastornos de
personalidad.
Para
discernir las variables indicativas de trastornos mentales y estados
sintomáticos de inadaptación psicológica y conductual, hay que comenzar por
definir las tres grandes modalidades en que suelen clasificarse los estados
mentales perturbados.
Neurosis, psicosis y
psicopatía
Podríamos
definir las neurosis como un conjunto de síntomas mórbidos de tipo funcional y
de origen psicogénico, que se caracterizan fundamentalmente porque el sujeto
que las padece no pierde la consciencia sobre su problemática ni tiene lugar
una pérdida de contacto cognitivo con la realidad.
Del
“Diccionario de la psicología” de Norbert Sillamy de la Société Françoise
de Psychologie
trascribimos algunas consideraciones de interés sobre el concepto de neurosis:
“trastorno
mental que no afecta a las funciones esenciales de la personalidad y cuyo
sujeto es dolorosamente consciente. La angustia, la obsesión, las fobias y el
histerismo constituyen las principales neurosis. (...)...los estados neuróticos
presentan cierto número de caracteres comunes: el neurótico se siente incómodo,
fuera de lugar en su papel social; es agresivo para con los otros (ironía...) y
para consigo (tendencia al suicidio); presenta trastornos del sueño (insomnio o
hipersomnio), de la sexualidad (frigidez, continencia sistemática o
masturbación) y parece excesivamente propenso a la fatiga.
(...)...Todos
sus síntomas neuróticos son, en definitiva, expresión simbólica del drama
interior que se desarrolla y que es incapaz de dominar, pues los elementos
esenciales escapan a su clara conciencia. Esta noción de conflicto es
fundamental; la encontramos en todas las teorías explicativas de la neurosis
(salvo en la de Pierre Janet, para quien el estado neurótico es una disminución
de la vitalidad, de la tensión psicológica –soporte de la ´función de lo
real´-, causada por condiciones hereditarias y por agotamiento debido al exceso
de trabajo o a choques emocionales).
(...)
A veces, encontramos en los neuróticos, taras hereditarias o verdaderas
dificultades socioeconómicas, pero la característica constante es de orden
psicológico: todos carecen de madurez afectiva.
(...)
La neurosis tiene una naturaleza distinta de la psicosis; el neurótico conserva
la conciencia de su estado morboso, mientras que el psicótico se construye la
realidad imaginaria del delirio, que cree verdadera realidad.”
La
escritura es rica en síntomas gráficos que correlacionan con sujetos en quienes
concurren síntomas neuróticos. Los síntomas gráficos de la ansiedad, obsesión,
miedo e inhibiciones, los espaciados excesivos en contextos gráficos
disarmónicos reveladores de angustia, las desigualdades o
irregularidades que afectan a las variables escriturales de distintas
categorías (forma, dirección de líneas, inclinación axial, tensión del trazado,
cohesión...). Dichas desigualdades o irregularidades son general y habitual
expresión gráfica del exceso de sensibilidad, lo que se suele traducir en toda
suerte de desequilibrios y alteraciones nerviosas de menor o mayor intensidad.
El sujeto se torna susceptible y emocionalmente vulnerable.
La
tendencia a disociar los óvalos en letras como la “d”, la “g”, la “q”, o el
rasgo final de la letra “a”, así como las ambivalencias de inclinación son
algunos de los signos grafológicos que suelen formar parte de las escrituras de
sujetos con conflictos internos; en definitiva, toda neurosis, dice C. G.
Jung, supone un
“estado
de desacuerdo consigo mismo originado por el antagonismo de necesidades
impulsivas y las exigencias de la cultura, por enojo infantil y la voluntad de adaptación,
por deberes individuales y colectivos. La neurosis constituye un signo de
detención ante un falso camino y una advertencia de la necesidad de un proceso
curativo personal.”
Ahora
bien este signo de disociación o fragmentación de letras, especialmente las que
se componen en parte de un óvalo (imagen arquetípica del Sí-mismo), suelen ir
de la mano de escribientes afectados de trastornos psicóticos: esquizofrénicos,
bipolares (maniaco-depresivos), etc.
Norbert
Sillamy define la psicosis como una
“enfermedad
mental grave, caracterizada por la pérdida de contacto con lo real y por la
alteración profunda del lazo interhumano, causa de la inadaptación social del
sujeto... (...) A diferencia del neurótico, consciente de sus dificultades
personales, el psicótico ignora sus trastornos: aislándose del mundo exterior,
demasiado frustrante, se crea un universo privilegiado, que moldea a su antojo
y en el cual es omnipotente. Hay varias clases de psicosis: esquizofrenia,
psicosis maniaco-depresivas y delirios. La actividad delirante, que se
manifiesta en las actitudes y en las conductas por la pérdida de la
autocrítica, por las desviaciones del juicio y por un modo del pensamiento
irreal, expresa la profunda alineación de la persona y constituye la característica
más típica de las psicosis.”
El
enfermo psicótico presentará una escritura apenas contenida pero con las
suficientes “fisuras” gráfico-gestuales como para evidenciar la débil
continencia de un yo debilitado por la pujanza de complejos y contenidos
inconscientes.
Los
excesos y desproporciones gráficas en las zonas exteriores de la escritura,
esto es, zonas superior e inferior, resultan también factores gráficos
concomitantes a la personalidad del sujeto afectado por estados y crisis de
naturaleza psicótica. Las escrituras de enfermos psicóticos no manifiestan un
dinamismo adecuado, o bien son escrituras de pobre dinamismo, inmóviles, poco
fluidas, o bien se disparan en una precipitación incontenida.
Por
último la psicopatía es descrita y definida por Norbert Sillamy como un,
“estado
mental patológico. En sentido más estricto, se aplica este término a
desviaciones, sobre todo caracteriales (afectividad, voluntad), que originan
conductas antisociales. Los psicópatas no se clasifican entre los psicóticos
(realmente alienados) ni entre los neuróticos (que padecen ellos solos por sus
trastornos). Son individuos inestables, impulsivos y difíciles, cuyo
comportamiento hace sufrir, esencialmente, a los que les rodean. Inadaptados
sociales, chocan a menudo con la justicia.”
El
correlato grafonómico de la psicopatía puede ser muy amplio e ir acompañado por
síntomas gráficos de estados neuróticos (ansiedad, obsesiones, temores, inhibiciones,
impulsividad...).
El
psicópata mostrará fundamentalmente una incapacidad manifiesta para el contacto
genuino con los demás; no muestra la empatía básica que se requiere para
colocarse emocionalmente en el lugar del otro. Los Rasgos regresivos, las
perturbaciones de un yo (zona media) fronterizo, el más que probable predominio
zonal inferior, los finales abruptos de palabra... etc.
(Se
han mostrado transparencias atribuibles a personalidades afectadas de neurosis,
otras de sujetos psicóticos, fundamentalmente esquizofrénicos, y varias
muestras de psicópatas, entre ellas la de Tony A. King con explicaciones
diferenciadas de cada uno de ellos en relación a las variables gráficas
presentadas).
Oviedo, Viernes 3 de octubre de 2003
Principado de Asturias
Manuel J. Moreno
Grafoanalista
– Instituto de Grafología Analítica
Profesor
colaborador en las Especialidades de Peritaje Grafopsicológico
y
Pericia Caligráfica Judicial, U A B
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