El
estado de emoción violenta (En realidad debería ser Violencia por emoción), la
descarga de neurotransmisores (adrenalina, noradrenalina, etc.) producida por
un fuerte y súbito estímulo externo, generalmente relacionado con alteración de
los valores culturales, produce una invasión en el encéfalo. El cerebro se ve
sobrecargado por los estímulos externos e internos (las reacciones corporales)
y no puede procesar adecuadamente la información, no puede usar correctamente
el intelecto y dirimir con claridad en qué consiste la situación que está
atravesando, cual es su propia situación en la circunstancia (perplejidad), ni
qué debe hacer. Es decir, no comprende. Y, por un recurso del cerebro
relacionado con la supervivencia del individuo, toma el comando las acciones
reflejas, automatizadas, que no están bajo el control del intelecto, del
razonamiento. Es decir, no puede dirigir sus acciones. De ahí que, por ejemplo,
ante un sorpresivo, imprevisto, súbito encuentro del individuo con una acción
del OTRO que implique un ataque a sus valores culturales básicos, reacciones
automáticamente tratando de suprimir, agredir, o huir del ofensor, ofensora.
Puede matar por la violencia que le genera la emoción ante el estímulo. Es por
eso, que ese estado de automatización el perplejo toma cualquier instrumento
que pueda serle útil para dañar del medio en que se encuentra en ese momento
(no hay previsibilidad) y ataca brutal, desmedida y torpemente al ofensor.
Luego de la acción tarda bastante en que los niveles emocionales bajen y
liberen al intelecto y pueda razonar adecuadamente. Es por eso que el perplejo
recuerda fraccionadamente las acciones que ha realizado, o directamente no las
recuerda, tiene recuerdos parciales de lo que hizo. También estas reacciones
primitivas se pueden desencadenar ante súbito ataque a la vida del individuo o
de un familiar.
Respuesta del Dr. Hugo Marietan, Docente y médico
del Hospital José T. Borda especializado en psicopatías a mi consulta sobre un
caso donde se supone emoción violenta. (Publicado por Roberto O. Catania en FB)
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